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Bienvenido al blog de Julia Jiménez Hens

lunes, 15 de abril de 2013

los pensamientos son como la lluvia



Un pensamiento resulta inofensivo a menos que nos lo creamos.
El problema es que la mayoría de la gente cree que "es" lo que sus pensamientos dicen que es.

Ve un poco más allá, permítete salir de la imagen errónea que has creado en tu mente por haberte apegado a pensamientos. Apegarse a un pensamiento significa creer que es verdad sin haberlo examinado, sin haber llegado a indagar en él.
Los pensamientos simplemente aparecen, no son malos, pero tampoco tienen por qué ser verdaderos. Provienen de la nada y vuelven a la nada, como nubes que se mueven a través de un cielo vacío. Están de paso, no han venido para quedarse. No son perjudiciales hasta que nos apegamos a ellos como si fueran verdad.

Nadie ha sido capaz, jamás, de controlar su pensamiento, aunque la gente cuente historias de cómo lo ha conseguido. Y no es que deje que mis pensamientos se marchen... no, me enfrento a ellos con compresión.
El pensamiento es como un amigo que viene, te saluda y se va; sé amable con él, ámalo y compréndelo, déjalo ser, pero no lo creas sin haber indagado en él.

"Hoy me he cruzado con María y no me ha saludado"
Pensamientos que podrían pasar a saludarte: María está enfadada. María está distraída. María se ha vuelto una borde. María no me quiere. María me está evitando. María está enamorada de mi y le da vergüenza saludarme. María es una maleducada. María nunca se entera de nada... y un largo etcétera.

Los pensamientos aparecerán, ¡no podemos evitarlo! Pero lo que si podemos hacer es decidir si creerlos o no, indagar en ellos. Los pensamientos en si son inofensivos, a no ser que nos los creamos.

Pero un pensamiento es como la brisa o como las hojas en los árboles o las gotas de lluvia que caen. Aparecen del mismo modo, y a través de la indagación podemos entablar amistad con ellos. ¿Discutirías con una gota de lluvia? Las gotas de lluvia no son personales, como tampoco lo son los pensamientos.

Aprende a amar la realidad como se presenta, sin discutir con ella.


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