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sábado, 18 de abril de 2015

Detrás del enfado

Detrás de todo enfado hay algún grado de frustración. Nos irritamos porque nos sentimos incapaces de controlar alguna situación, e incluso a alguna persona. Eso está claro. Como también lo está que todos, absolutamente todos, de vez en cuando tenemos ratos de mal humor. Pequeñas explosiones de carácter que pueden ser muy saludables siempre que las origina una causa razonable.
Hazte una pregunta: ¿Por qué son para ti tan válidas las razones que te llevan a mantenerte tan frustrado y enfadado? Cuestiónalas. Olvídate de los demás, porque nunca se van a comportar exactamente como tú quieres o piensas que deben comportarse. Los otros son solamente una excusa que has utilizado para poder expresar tu enfado. No son sus fallos, ni la crisis económica, ni la tensión bélica en Corea lo que te ponen irritable.Simplemente tienes una idea de lo que “deber ser” en la vida y no logras ajustarte a él. Eso te hace sentir terriblemente mal; no solamente te juzgas severamente, sino que también te culpas y te atormentas.


Pero... cuando el mal humor se extiende por semanas, meses o años, y lo inusual es la serenidad, hay más que una frustración pasajera; lo que se esconde es una depresión encubiertaEl enfado se va convirtiendo en nuestra manera “normal” de ser ante la vida. Todo nos molesta; nos volvemos intratables y salirnos de quicio es la nota predominante. En este caso el enfado no está dirigido contra una persona o una situación en particular. Simplemente se siente todo el tiempo y se experimenta como intolerancia, fastidio, hastío.
Pero hay una realidad: no estás enfadado con el mundo, estás enfadado contigo mismo.Las razones que te han impulsado a enemistarte internamente con lo que eres, seguramente tienen que ver con los modelos mentales que manejas inconscientemente. Hay unos parámetros que has elegido para evaluarte, sin tener muy claro por qué, y que solo están sirviendo para reprobarte una y otra vez.
Hay un asunto que está pendiente contigo mismo, no con los demás. Céntrate en cuidar de tu mente y de ti mismo, en amarte y respetarte sin condiciones,  y desaparecerán tus problemas y tu frustración con el resto del mundo.

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